Es doloroso ver como todo se va cotidianizando y ya no hay magia, ilusión ni deseo. Puede haber cariño y amor, pero ese cosquilleo y esas ganas ya no están ni volverán a estarlo.
Es doloroso porque no es algo provocado adrede, no busca hacer daño, es simplemente el paso del tiempo haciendo su función. Una gota cayendo de forma lenta y constante desde el techo al frío suelo con su hueco sonido.
Es doloroso cuando hay una descompensación sin quererla. Sin buscarla. Has sacado tus sentimientos a pasear y yo me he quedado en el comienzo de las vías porque el paisaje es demasiado bonito como para querer darme la vuelta y ver el resto del recorrido.
Desconozco por qué no puedo sentirme querida sin necesidad de tener
Soy un girasol que ha intentado pintarse de rojo y se ha decepcionado. No por no poder ser la rosa, sino por marchitarse en el proceso.