martes, 26 de mayo de 2020

One more time.

Y lo triste que resulta que tu mayor deseo en año nuevo sea

ser la primera persona para alguien.

Esa fotografía
                        ese  mensaje
        ese sentimiento
                esa excepción.

Uno de enero.

Una vez más. 

White paper

A veces siento que no tengo pasado. ¿Dónde han quedado los recuerdos, las locuras? 
Las meteduras de pata que vemos años después y nos hace encogernos de nostalgia.
¿Tanto miedo al fracaso? ¿A qué, exactamente?
¿Por qué no doy pasos?

A veces siento que no tengo nada que contar. ¿Qué he hecho con mi tiempo?
Me siento vacía, como una hoja en blanco.
Una más en un libro carcomido por la vejez de los recuerdos de otro.
¿Por qué nunca me llevo nada conmigo?

En ocasiones peco de indolente, me dicen
¿No te afecta ser tan fría? 
Tan solo busco a alguien que quiera quedarse
hasta el final de mis días. 

Nadie entra donde no le dejan,
y estoy cansada de tanta mentira.
Pero el miedo erguido a mi alrededor
es tan resistente como la más firme determinación,
y tan frágil como un pétalo
si se zarandean las raíces de forma adecuada.
Pero no cualquiera se detiene y mira.

He caído demasiadas veces en suelo mojado.
¿Tenderás un campo sincero en el que tumbarme a tu lado?

¿Quien se quemaría por alguien como yo?
Me arde en las entrañas una estima en descomposición 
pero que nunca se rinde.
La oigo gritar, retumban las esquinas de mis extremidades
sangrando por unas vivencias inexistentes. 
Hasta cuándo.

¿Hasta cuándo? Dime.
¿Cuántas vidas de otro rostro tengo que experimentar para liberar mi alma?
¿Por qué siempre querer ser el reflejo de alguien más?
Romper el espejo.
Ahora mismo no se me ocurre nada más satisfactorio que eso.